Un Friki Madrileño en París, Parte 1

Coincidiendo con la celebración de San Valentin, el que escribe estas líneas se ha tomado unas pequeñas vacaciones para ir a la ciudad de las luces: Paris. ¡Oh, qué bonito! Claro, alguno podría pensar eso, pero para un friki de semejante porte como yo, la cosa no es tan simple, y mientras descanso en el hotel, os paso a relatar mis aventuras gracias a mi "puto" (Parka dixit) iPhone.

Lo primero es lo primero, hablar de París, la ciudad donde ando paseando. En París hay varias cosas de las que hay demasiado, a mi gusto: Monumentos y museos, frío y franceses.

El problema de que encontremos tantos lugares destacables es que las colas para verlos son de mear y no echar gota (Puede que este refrán no sea el correcto, pero quería utilizarlo. Otro incoveniente añadido es que no hay tiempo para verlos todos o enteros, como atestiguan los 16 kilómetros de galerías del Louvre. Esto supone un problema adicional cuando tu compañera sentimental es de esas que gusta de ver todo, queda poco tiempo para el relax o las cosas que a ti te gustan. Yo, por ejemplo, soy un tío muy simple, lo que quiero es visitar lo mismo que acostumbro en Madrid, pero en su versión afrancesada: Ir al cine, visitar tiendas de Magic o música y videojuegos y callejear. Lamentablemente para ello, Marta lleva la batuta en los viajes y estas cosas no suelen colar. He de admitir que es del genero tonto querer ir a la Fnac francesa, pero me gusta.

El segundo punto nos lleva al frío. No recordaba semejantes temperaturas desde la infame noche en que dormimos en la casa del pueblo de Pablo Diaz (Allá por los cerros de Úbeda) cuando acudimos al Open de Navalmoral organizado por Duke, hace ya años. Las temperaturas están por debajo de los 0 grados casi todoel día, e incluso mi mitad gallega siente frío a esas bajas temperaturas, sabiendo que suelo aguantar en Madrid con una camiseta de manga corta y poco más. Creo que los franceses llevan boina por eso, para que no se les congele el cerebro. A pesar de todo, por lo que he oído, no nos podemos quejar, porque ni llueve, ni nieva, ni tenemos unos vientos relevantes.

Esto nos lleva a acabar con el tercer punto: los franceses. Me he resignado a que el idioma es una causa perdida. Soy de los que siempre dice que hay que poder manejarse hablando allá donde vas, pero esperaba que la gente tijera conocimientos mínimos de ingles o con suerte algo de español... Negativo. Para prueba un ejemplo. El primer sitio en que compramos algo de comer, un McDonalds, me sirvió 2 McChicken y 2 Royal Cheese, y eso que tras señalar lo que quería y decirselo mil veces yo ha ia pedido una cajita de 9 McNuggets, 2 hamburguesas que tuvieran dos carnes y 1 Royal Chicken... En fin...

Los franceses no respetan practicamente nada los pasos de cebra y los semáforos, mucho peor que los taxistas en el centro o el conductor madrileño medio. Perol que si es cierto es que, a pesar de mil cosas mas, son gente muy cordial y educada. Lo poco que se de Frances, "mercy" y "au revoir" me he hartado a decirlo.

Esta noche subiré más fotos y os comentare mi plan de ataque a lugares frikis y monumentos, me gustaría hacer un coverage online del evento, pero Me costaría a 10€ cada 10 megas, un atraco, y en el hotel es gratis.

Au revoir!!!