Trampas, Dopaje, Política... ¡Todo va Fatal!

La actualidad de las últimas semanas es clara: El mundo está lleno de tramposos, egoistas, interesados, estafadores, ladrones... y gente malintencionada en general. El mundo lleva siendo así unos años, pero se piensa últimamente mucho más en ello por las filtraciones de Wikileaks con la consecuente desconfianza política, el escándalo de dopaje dentro del deporte español y, barriendo más a nuestro entorno, la caida final de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.



Esta semana se despertaba con el escándalo por dopaje del que es protagonista, o presenta protagonista, Marta Dominguez, posiblemente la mejor atleta española de los últimos tiempos. ¿Qué pensarán todos aquellos deportistas que tanto esfuerzo han realizado para llegar hasta donde su cuerpo les ha dado? Alberto Contador, el mejor ciclista con quien contamos en la actualidad, daba positivo por Clembuterol ahce unos meses. Una cantidad tan ridículamente baja de clembuterol que no se sabe a ciencia cierta si era el caso de una intoxicación... o que le habían cazado con poco en el cuerpo.

Las semanas anteriores el mundo giraba, y continua girando, en torno a los documentos revelados por Wikileaks, que demostraban ahsta que punto está podrida la política internacional, así como cuánto poco y de que modo importa realmente en cada páis lo que pase fuera de sus fronteras. No hay adalides políticos, es como siempre ha sido, porque es difícil llegar a la cima, ya que no requiere simplemente una cantidaad aberrante de conocimientos y carisma, sino de falta de escrúpulos.

Alrededor de las mismas fechas, Tomoharu Saito era votado como futuro miembro del Hall of Fame de Magic, tan sólo para dos semanas después ser sancionado por una actitud poco honesta llevada a cabo en torneos. Lo peor de todo es que, como se confirmaba en foros y páginas y como se llevaba hablando desde principios de año, Saito levaba haciendo mucho tiempo esto. Otro compañero de "fechorías" es Olivier ruel, otro laureado Hall of Fame de MTG para quien los pecados forman ya parte de la historia...¿O no?

No importa cuántas veces has hecho trampas para hacer Top 8 en el circuito Pro tour de Magic, ni cuánto te hallas dopado para alcanzar el podio y llevarte una de las ansiadas medallas de tu deporte a casa, o cuánto dinero has estafado o robado a tu país o empresa. No importa si no te cazan haciéndolo y nunca se descubre. La historia está preparada para encumbrarte, para llevarte a la leyenda, porque el ser humano es mortal, por desgracia, pero la leyenda siempre estará viva.

En vista de los hechos debe resultar terriblemente difícil resistirte a la tentación de dejar tu huella y tu leyenda en la historia. Hay muchas formas de llegar a ello, aunque algunas son más fáciles. Está claro.

¿Y si te pillan? Bueno, siempre está la posibilidad de redención y la vuelta a la cima, cuya encumbración significará ineludiblemente el borrón en tu cuenta de todolo pasado. Eso ya sería historia. Un pequeño manchón en un historial impecable, una vez que ocurrió algo y que en realidad tampoco fue para tanto. Así funciona la memoria selectiva, especialmente si hay terceros a los que les interesa que así sea. Por supuesto, siempre está el pensamiento positivo que tenía (O tiene) un primo segundo mío: ¡Que me quiten lo bailao!

Pensando en profundidad, te das cuenta de que hay varias razones, aunque ninguna éticamente justificable, que te llevan a "hacer trampas". ¿Llegar a la cima? ¿Mantenerte en la cima?

Una vez puestos en esta panorama completamente catastrofista en el que queda demostrado que la mayor parte del mundo, si es que no todo, mira simplemente por sí mismo. Es una forma muy triste de ver la realidad, pero es posible que sea así.

Llevemos estas filosofías a nuestro mundo de torneos de Magic: El Encuentro. En un mundo lleno de tramposos, ¿Cuál es la diferencia entre hacer trampas y no hacerlas? Que te pillen. Triste pero cierto. Prácticamente dejamos de medir a la gente por tramposos o no tramposos, sino por gente que es más o menos honesta consigo misma y con los demás. Ves gente que hace trampas y no puedes hacer nada, ves amigos tuyos hacerlas y la situación es peor, hasta la situación de tener que agachar la cabeza y sentirte mal contigo mismo, sabes que hay gente que las hace y entornos en los que se hacen a montones.

No hay nada que hacer. Esto va con todo el mundo. Siempre se dice eso de que una persona malvada es capaz de contrarrestar todo el bien que hacen cientos de personas. Cuando un colectivo o el mundo está tan podrido...

El problema de todo esto, es que cuando un gran político, un jugador de la élite, o en definitiva una cabeza visible realiza tales acciones, la imagen queda muy dañada. Esto ocurre a varios niveles, porque desde fuera el público generalizará con un colectivo al que verá en general de mala manera. Desde dentro, los políticos, atletas o jugadores verán con impotencia como la honestidad no tiene más ventaja que el sentirse mejor con uno mismo. ¿Cuántos más lo han hecho ya? ¿Cuántos más lo harán sin que nadie se de cuenta?

Otra cosa en la que vale la pena pensar, a mi gusto, es en que la gente no valora de forma objetiva que es una trampa y qué no lo es, y lo que es más, para muchas personas, hay trampas que son "menos tramposas" que otras. ¡Una trampa es una trampa señores! O se ha hecho y demostrado, que es trampa ineludiblemente, o no lo es, pero no hay medias trampas. Al menos así debería ser. Ver hacer trampas a un amigo o conocido, y no decir nada, es también hacer trampas, y lo peor, es ser deshonesto contigo mismo, que seguramente te dirás que agachando la cabeza o mirando hacia otro lado evitarás la confrontación y hacer daño a nadie. Mentira. Trampa. Esconderse en la Calle Silencio no hace bien a nadie en realidad. Las cosas siempre son complicadas, ¿No?

La primera vez que vi Seven era un canijo, debía de tener 12 o 13 años, y la película me impresionó bastante. Al final de la cinta, Morgan Freeman en el papel del Detective Somerset se despedía con una curiosa frase: "Hemingway escribio una vez: el mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar... estoy de acuerdo con la segunda parte...". Seven era una película oscura, tratando temas sociales que para mí eran prácticamente tabúes. Recuerdo pensar que eso era una exageración total, que sólo era una película, que el mundo era verdaderamente ese lugar bueno del que Ernest Hemingway hablaba...


Morgan Freeman tenía razón.